domingo, 27 de enero de 2013


1. DEFINICIÓN DEL PROBLEMA
El problema abordado en este modelo es la violencia de los varones contra las mujeres en las
relaciones de pareja o con sus ex parejas. Esta forma específica de violencia, es una de las
tantas formas de Violencia Intrafamiliar, así como lo son el Maltrato Infantil, el Abuso Sexual
Infantil, la violencia contra Adultos Mayores y otras conflictivas violentas en la familia. La
violencia de los varones contra las mujeres en el contexto de las relaciones de pareja se
caracteriza por la especificidad del vínculo y una dinámica particular, por lo cual, se entiende
como un conjunto de comportamientos o patrón específico y característico de comportamientos
(Power and Control: Tactics of Men Who Batter, Ellen Pence y Michael Paymar, 1986).
El problema de la violencia en general es un problema fundamentalmente del mundo patriarcal,
y por lo tanto, es ejercido mayoritariamente por varones. En particular la violencia en la pareja,
también es ejercida mayormente por los varones, quienes tienden a introyectar e identificarse
con las normativas hegemónicas de género NHG, con creencias profundas de la masculinidad
hegemónica. Adoptando de esta manera roles conservadores, estereotipados y rígidos, así
como asimetrías vinculares en la pareja; lo cual deja el terreno fértil para favorecer el uso de la
violencia y el abuso de poder como mantenimiento de la inequidad en las relaciones de pareja.
Según Luis Bonino (2003) “Las diferentes violencias requieren de un abordaje específico, no
pudiendo centrarse únicamente en sus elementos comunes (el objetivo de dominación al otr@
y en que quienes habitualmente la ejercen con mayor intensidad son los hombres -contra otros
hombres, contra las mujeres y contra sí mismos-). En este sentido, la particularidad de la
violencia en la pareja es que se ejerce contra alguien con la que se tiene un vínculo emocional
importante, con quien se tiene -o ha tenido- una relación habitual y a quien se dice amar o
haber amado. Ello requiere una comprensión y un abordaje específicos” (“Obstáculos a la
comprensión e intervenciones sobre la violencia masculina contra las mujeres en la pareja”).
Para poder definir la problemática, reflexionaremos sobre como se le ha denominado hasta
hoy en día. Se han usado una variedad de términos para nombrar esta violencia. Diversos
especialistas han definido la Violencia Intrafamiliar como todas las formas de abuso, violencia
y malos tratos que tienen lugar entre los miembros de la familia; siendo estos malos tratos
conductas que por acción u omisión causan daño o dolor a otro integrante de la familia, sea
éste daño de tipo físico, psicológico, sexual o financiero.
El término Violencia Intrafamiliar incluye un conjunto de formas de violencia como el Maltrato
Infantil, del cual el Abuso Sexual Infantil forma parte; la violencia contra Adultos Mayores; la
Violencia Doméstica o violencia en la pareja y otras conflictivas violentas en la familia. El
término Violencia Intrafamiliar quita especificidad al tipo de vínculo y dinámica particular que se
da en la violencia de varones contra mujeres en las relaciones de pareja.
También el término VIF no nos parece adecuado para entender el problema de la violencia en
las relaciones de pareja; dado que cuando hablamos de Violencia Intrafamiliar nos estamos
refiriendo a la violencia que puede ejercer cualquier miembro de la familia contra cualquier otro
integrante de la familia. No devela quién agrede a quién, de qué manera, cuándo y cuáles son
las motivaciones y explicaciones de esta particular forma de violencia, ni tampoco quién recibe
el maltrato en la mayoría de los casos.
El concepto de Violencia Intrafamiliar invisibiliza el hecho que la gran mayoría de esta violencia
es ejercida por hombres contra mujeres. Pensamos que nombrar la violencia de varones contra
mujeres en las relaciones de pareja como violencia familiar fomenta la noción y práctica de
hacer primar una suerte de “derechos de la familia”, que estuvieran por sobre los derechos de
las personas, de las mujeres. Esto, a nuestro juicio, la mayoría de las veces, es una forma
velada y arcaica de poner el patrimonio familiar por sobre los derechos humanos (inherentes a
la persona, universales, inalienables e intransferibles, indivisibles e integrales). Además la
denominación “intra” favorece una asociación de la violencia familiar con un conflicto privado al
interior de la familia, despojándolo de su connotación pública y política, y favoreciendo el no
involucramiento de l@s tercer@s, o su posible negligencia en su calidad de observador@s, sin
considerar que también forman parte del “Sistema Abusivo” (Cristina Ravazolla).

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